lunes, 1 de noviembre de 2010

Del hermano marista Eugenio Magdaleno


"Los padres deben colaborar con el colegio y no verlo como depósito ni como enemigo"

Así lo manifestó el hermano marista Eugenio Magdaleno Prieto en una disertación destinada a los padres. Por su parte destacó que al alumno “hay que educarle más con presencia y coherencia que con palabras y sanciones”.

Corrientes (Argentina), lunes 1 de noviembre de 2010. – En los últimos tiempos se está hablando, y mucho, acerca de la relación existente entre padres o tutores y directivos – maestros y profesores.
Los tiempos han cambiado.
Antes se tenía un respeto mayúsculo cuando algún maestro o profesor solicitaba la presencia del padre o tutor al colegio para conversar acerca del rendimiento de su hijo o tutelado, y los padres colaboraban para que sus hijos puedan levantar su rendimiento gracias a los puntos negativos que les hacía ver el educador.
Hoy pareciera ser que la historia cambió un poco. Da la sensación que existe un poco de complicidad entre padres e hijos, y ambos ‘atacan’ al maestro o profesor reclamando el por qué de una nota baja o una sanción disciplinaria.
Por tal motivo, y en el marco del Jubileo Docente, el Instituto ‘Monseñor Roubineau’ organizó una charla para padres teniendo como disertante al destacado hermano marista Eugenio Magdaleno Prieto, quien se refirió sobre el tema: “El desafío de ser padres hoy, el rol de los educadores y la necesidad de establecer criterios comunes a la hora de fijar los límites y responsabilidades”.
Al inicio de la entrevista, el hermano marista dejó bien en claro que “no hay educación fundamental y fuerte si no es desde la fe, porque el sentido trascendente de la vida es el primer punto en una pedagogía”.
Por eso para Eugenio Magdaleno es fundamental saber ‘hacia dónde vamos’. “Que pasa si te encuentras con un amigo en la terminal y le preguntas: ‘¿A dónde vas?’, y él te responde: ‘No sé’. Es una locura”, agregó.
Con respecto a poner límites a los chicos en el colegio, el destacado especialista en cuestiones educativas hizo mención a dos palabras claves: presencia y coherencia. “Al chico hay que educarle más con la presencia y con la coherencia, que con palabras y sanciones. Es fundamental la coherencia y el testimonio de vida. Lo mismo pasa en la política: si no hay coherencia y no hay testimonio, no hay nada”, comparó.
Por su parte el hermano resaltó la importancia de estar convencido de lo que uno habla. “El que habla de algo, debe creer en lo que está hablando. Yo por ejemplo creo que en la Vida Eterna. Yo soy un convencido que el cielo va a venir, pero se también que hay que ganárselo. Una condición para ir al cielo es ser justo en la tierra, trabajar por lo que dice Dios en la tierra y de ahí nace la esperanza”.
También se refirió a la relación padre o tutor y directivos – maestros y profesores. “Los padres deben colaborar con el colegio y no verlo como depósito ni como enemigo. El padre que tiene la actitud de ir a reclamar una nota de su hijo en el colegio y que éste sabe que fue justamente puesta por el maestro o profesor, ese tutor se está cavando su propia fosa. Es que si el padre quiere que se le de razón, ese hombre podemos decir no tiene ética y, además, pierde la autoridad”.
Finalmente el hermano Eugenio Magdaleno sostuvo que para exista una buena relación entre los padres y la escuela “no hay que ignorarse ni tenerse miedo. La escuela tiene que salir al encuentro con los padres y, cuando uno se encuentra con casos complicados, no se debe responder agresión por agresión”, aconsejó.

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