Este espacio de formación 'tiene que apuntar a un solo objetivo: afianzar nuestra fe'
Así lo manifestó en su homilía el Arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, quien presidió la Eucaristía y concelebraron varios sacerdotes de la Arquidiócesis. El Pastor de Corrientes recordó a los alumnos del Instituto ‘Pironio’ que el estudio tiene que llevar a un amor más filial a Jesús y a practicar más la humildad, caso contrario, se alimenta la soberbia.
Corrientes (Argentina), jueves 2 de diciembre de 2010. – El Arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, nuevamente fue claro y directo con los alumnos del Instituto ‘Cardenal Pironio’.
El Pastor de Corrientes manifestó, con respecto al estudio, que la formación tiene que llevar al camino de la humildad y, por supuesto, a un amor filial a Jesús; caso contrario, el hombre ‘colabora’ con su propia destrucción dado que ‘alimenta sólo la soberbia’.
Así lo expresó el Arzobispo de Corrientes en su homilía en el marco de la Santa Misa de cierre del ciclo lectivo 2010 del Instituto Arqudiocesano ‘Cardenal Pironio’ (IACP).
La Eucaristía , que fue presidida por el prelado de Corrientes, y concelebrada por varios sacerdotes de la Arquidiócesis , entre ellos, por el Rector del Instituto y cura párroco de la comunidad de ‘San Pío X’, presbítero Juan Rojas, se realizó el martes 30 de noviembre, en horas de la noche, en la Parroquia ‘Nuestra Señora de Pompeya’.
En el inicio de su homilía, monseñor Andrés dijo: “Hoy nos reunimos para dar gracias a Dios por el año transcurrido”.
La importancia de la formación
Luego comentó acerca de los interesantes comentarios que hicieron algunos alumnos del Instituto ‘Pironio’ con respecto a la importancia de la formación en esa casa de estudios. Y agregó: “Nosotros mismos debemos ser misioneros de esta experiencia. Si esto nos hace bien, pues bien, contémosle a los demás que realmente vale la pena aprovechar estos momentos durante la semana para profundizar las razones de nuestra fe, en definitiva, para conocer más el gran acontecimiento de nuestra fe que es Jesucristo”.
Seguidamente dejó plasmado el objetivo último que tiene esta institución. “Todo lo que hacemos durante el desarrollo de los programas del Instituto ‘Pironio’ tiene que apuntar a un sólo objetivo que es afianzar nuestra fe, fortalecerla y robustecerla más”.
“¿Y cómo se fortalece?”, se preguntó, respondiendo inmediatamente: “Conociendo más a Jesús, porque la fe consiste en entregarle nuestra vida a Él. La fe es entregarle la vida a alguien, por eso está muy relacionada con la confianza. La confianza es creer en la otra persona, es arriesgar la propia vida de poner en las manos de la otra persona en la que uno cree. La fe teologal, nuestra fe cristiana, es animarnos a poner toda nuestra vida en las manos de Él, pero uno pone la vida solamente en las manos de quien conoce, nadie se la entrega a un desconocido. Esto es experiencia cotidiana”, agregó.
La fe y la vida
“La fe –prosiguió- consiste en entregar la propia vida entera, cuando hablamos de la fe cristiana, en las manos de Jesús”.
En otro momento de su prédica se refirió al estudio y dijo: “El estudio tiene que ayudarnos a amar más a Jesús, es decir, a responder al amor de Él, porque amor se responde con amor. Ahora si el estudio no aumenta nuestro amor, y sólo acumulamos conocimiento, no nos sirve absolutamente de nada, más todavía, si sirve solamente para acumular conocimientos sobre la Biblia , la Moral , la Antropología ; sólo para acumular conocimiento, eso colabora con nuestra destrucción, nos hace daño, porque alimenta sólo la soberbia”.
El Pastor de Corrientes fue claro al señalar que “cuando más uno profundiza en el estudio de la fe, de las sagradas escrituras y de todas materias afines, crece en la humildad ¿Por qué? Porque crece en la confianza en el amor a Dios que se nos reveló en la persona de Jesús, es decir, uno se anima a desaparecer porque pone la propia vida en las manos del Él para que Él crezca. Esa fue la experiencia de san Juan Bautista”, ejemplificó.
‘Verbum Domini’
A poco de concluir su homilía se refirió acerca de la última “Exhortación Apostólica Postsinodal ‘Verbum Domini’”. “Estudiar la Biblia apunta a conocer más a Jesús para responder al amor de Dios con el amor que Él nos amó. Quería añadir lo que nos dice ‘Verbum Domini’ respecto a la formación bíblica de los cristianos en su número 75: ‘Para alcanzar el objetivo deseado por el Sínodo de que toda la pastoral tenga un mayor carácter bíblico toda la vida de la Iglesia , es necesario que los cristianos y, en particular, los catequistas, tengan una adecuada formación”, que es lo que intentamos hacer en este espacio de formación que nos ofrece el Instituto ‘Pironio’, subrayó.
Finalmente invitó a poner en práctica la ‘Lectio Divina’, que quiere decir ‘Lectura orante de la Biblia ’, que es uno de los métodos más antiguos del acercamiento de la Palabra de Dios.
Con estas reflexiones el Arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés, dio por concluido oficialmente el ciclo lectivo del IACP.
Luego de la Eucaristía , el Arzobispo de Corrientes, junto a sacerdotes, al personal del IACP y alumnos del quinto año, compartieron un refrigerio en uno de los salones de la institución.
Así lo manifestó en su homilía el Arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, quien presidió la Eucaristía y concelebraron varios sacerdotes de la Arquidiócesis. El Pastor de Corrientes recordó a los alumnos del Instituto ‘Pironio’ que el estudio tiene que llevar a un amor más filial a Jesús y a practicar más la humildad, caso contrario, se alimenta la soberbia.
Corrientes (Argentina), jueves 2 de diciembre de 2010. – El Arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, nuevamente fue claro y directo con los alumnos del Instituto ‘Cardenal Pironio’.
El Pastor de Corrientes manifestó, con respecto al estudio, que la formación tiene que llevar al camino de la humildad y, por supuesto, a un amor filial a Jesús; caso contrario, el hombre ‘colabora’ con su propia destrucción dado que ‘alimenta sólo la soberbia’.
Así lo expresó el Arzobispo de Corrientes en su homilía en el marco de la Santa Misa de cierre del ciclo lectivo 2010 del Instituto Arqudiocesano ‘Cardenal Pironio’ (IACP).
La Eucaristía , que fue presidida por el prelado de Corrientes, y concelebrada por varios sacerdotes de la Arquidiócesis , entre ellos, por el Rector del Instituto y cura párroco de la comunidad de ‘San Pío X’, presbítero Juan Rojas, se realizó el martes 30 de noviembre, en horas de la noche, en la Parroquia ‘Nuestra Señora de Pompeya’.
En el inicio de su homilía, monseñor Andrés dijo: “Hoy nos reunimos para dar gracias a Dios por el año transcurrido”.
La importancia de la formación
Luego comentó acerca de los interesantes comentarios que hicieron algunos alumnos del Instituto ‘Pironio’ con respecto a la importancia de la formación en esa casa de estudios. Y agregó: “Nosotros mismos debemos ser misioneros de esta experiencia. Si esto nos hace bien, pues bien, contémosle a los demás que realmente vale la pena aprovechar estos momentos durante la semana para profundizar las razones de nuestra fe, en definitiva, para conocer más el gran acontecimiento de nuestra fe que es Jesucristo”.
Seguidamente dejó plasmado el objetivo último que tiene esta institución. “Todo lo que hacemos durante el desarrollo de los programas del Instituto ‘Pironio’ tiene que apuntar a un sólo objetivo que es afianzar nuestra fe, fortalecerla y robustecerla más”.
“¿Y cómo se fortalece?”, se preguntó, respondiendo inmediatamente: “Conociendo más a Jesús, porque la fe consiste en entregarle nuestra vida a Él. La fe es entregarle la vida a alguien, por eso está muy relacionada con la confianza. La confianza es creer en la otra persona, es arriesgar la propia vida de poner en las manos de la otra persona en la que uno cree. La fe teologal, nuestra fe cristiana, es animarnos a poner toda nuestra vida en las manos de Él, pero uno pone la vida solamente en las manos de quien conoce, nadie se la entrega a un desconocido. Esto es experiencia cotidiana”, agregó.
La fe y la vida
“La fe –prosiguió- consiste en entregar la propia vida entera, cuando hablamos de la fe cristiana, en las manos de Jesús”.
En otro momento de su prédica se refirió al estudio y dijo: “El estudio tiene que ayudarnos a amar más a Jesús, es decir, a responder al amor de Él, porque amor se responde con amor. Ahora si el estudio no aumenta nuestro amor, y sólo acumulamos conocimiento, no nos sirve absolutamente de nada, más todavía, si sirve solamente para acumular conocimientos sobre la Biblia , la Moral , la Antropología ; sólo para acumular conocimiento, eso colabora con nuestra destrucción, nos hace daño, porque alimenta sólo la soberbia”.
El Pastor de Corrientes fue claro al señalar que “cuando más uno profundiza en el estudio de la fe, de las sagradas escrituras y de todas materias afines, crece en la humildad ¿Por qué? Porque crece en la confianza en el amor a Dios que se nos reveló en la persona de Jesús, es decir, uno se anima a desaparecer porque pone la propia vida en las manos del Él para que Él crezca. Esa fue la experiencia de san Juan Bautista”, ejemplificó.
‘Verbum Domini’
A poco de concluir su homilía se refirió acerca de la última “Exhortación Apostólica Postsinodal ‘Verbum Domini’”. “Estudiar la Biblia apunta a conocer más a Jesús para responder al amor de Dios con el amor que Él nos amó. Quería añadir lo que nos dice ‘Verbum Domini’ respecto a la formación bíblica de los cristianos en su número 75: ‘Para alcanzar el objetivo deseado por el Sínodo de que toda la pastoral tenga un mayor carácter bíblico toda la vida de la Iglesia , es necesario que los cristianos y, en particular, los catequistas, tengan una adecuada formación”, que es lo que intentamos hacer en este espacio de formación que nos ofrece el Instituto ‘Pironio’, subrayó.
Finalmente invitó a poner en práctica la ‘Lectio Divina’, que quiere decir ‘Lectura orante de la Biblia ’, que es uno de los métodos más antiguos del acercamiento de la Palabra de Dios.
Con estas reflexiones el Arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés, dio por concluido oficialmente el ciclo lectivo del IACP.
Luego de la Eucaristía , el Arzobispo de Corrientes, junto a sacerdotes, al personal del IACP y alumnos del quinto año, compartieron un refrigerio en uno de los salones de la institución.
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