jueves, 17 de septiembre de 2009

Movidos por 'el amor al prójimo'


Destacable labor social en la Parroquia Pompeya

El escenario de trabajo es la zona ribereña del barrio Quinta Ferré. Alrededor de cuarenta personas de la comunidad se dedican a tender una mano al necesitado. Hoy dan de comer de lunes a viernes a mil personas, los niños cuentan con apoyo escolar, existen talleres de computación, asisten a ancianos, capacitan a la comunidad con apoyo de otras instituciones. Ahora el desafío es enseñar panadería y producción orgánica para abastecer a los mismos comedores.

La crisis del ‘99 vivida en nuestra Provincia fue el ‘click’ del inicio de esta ‘gran empresa’.
Como todo sabemos, a partir de ese año, Corrientes comenzó a ocupar los primeros lugares en ser una de las provincias más pobres del país.
En el año 2001 la pobreza ya golpeaba fuerte a varios sectores de nuestra ciudad. Una de ellas fue, precisamente, en el barrio Quinta Ferré.
“Un grupo de voluntarios de la comunidad, que se encontraba consternado por esta situación, decidió hacer algo por nuestros hermanos que padecían hambre. Entonces nos pusimos manos a la obra”, señaló Lourdes Senio de Sotelo, una de las personas que se encuentran trabajando en el área social de la Parroquia “Nuestra Señora de Pompeya”.
Fue así que comenzó esta interesante y destacable labor social en esa comunidad parroquial.
Hoy sus tareas sociales se encuentran repartidas en tres comunidades que pertenecen a Pompeya: ‘San José’, ‘Sagrado Corazón’ y ‘San Martín de Porres’.

El primer desafío
El primer objetivo de ese grupo de voluntario era asistir con alimentos a esos hermanos de las comunidades antes señaladas. Luego, con el tiempo, “nos dimos cuenta que el asistencialismo llega a su tiempo límite y, nos planteábamos como grupo, abordar otras problemáticas de la comunidad”, explicó Senio de Sotelo.
Este trabajo social surgió como una inquietud planteada en los conocidos ‘consejos pastorales. Luego, por requerimientos legales para solicitar financiamiento, se creó una Asociación Civil. Pero más allá de cambios de nombres “nosotros seguimos trabajando dentro de la Iglesia con los mismos objetivos: ayudar al hermano necesitado, más allá de su creencia”, enfatizó Senio.
Los protagonistas de esta gran ‘misión’ son los miembros de la comisión de trabajo del área social, más el personal de los comedores que hacen un total de 40 personas, sin contar los voluntarios, algunos de ellos extranjeros, que desean realizar esta experiencia en nuestros barrios periféricos.

Algunas actividades
Estas son algunas actividades que hoy se llevan a cabo en esas zonas de nuestra ciudad: dan de comer, de lunes a viernes, a más de 1.000 personas (en su mayoría son niños y ancianos); los niños cuentan con apoyo escolar, talleres de computación gracias a la ayuda que aporta Cáritas a través del programa ‘Emaús’; asistencia a ancianos (Club de Abuelos) y capacitaciones, gracias al aporte de instituciones académicas, como por ejemplo, el de la UNNE.
Además se está impulsando otras capacitaciones, por ejemplo, en pinturas, tejido y –éste es el desafío de la comunidad- panadería y producción orgánica. “Esto nos va a permitir a nosotros abastecer a nuestros propios comedores”, sostuvo Lourdes.
Senio de Sotelo dijo que la apertura de la gente de esa zona ribereña es de destacar. “Nosotros, al intentar crear estos espacios y poder asistir y promocionar a esa gente, hemos encontrado mucho apoyo por parte de ella. Creo que es un gran desafío para todo laico comprometido este tipo de emprendimientos”, indicó.

Las mujeres, las protagonistas
“Cada comunidad tiene su particularidad –continuó Senio-. Lo más importante es que ellos logran su pertenencia. Sin bien sabemos que son zonas conocidas de riesgo ellos saben respetar esos espacios creados para ellos mismos. Los comedores, por ejemplo, están a cargo de las mujeres. Ellas fueron capacitadas para tal fin. Ellos son protagonistas de sus propias actividades, nosotros, simplemente, nos aseguramos que no les falte nada”, agregó.
En las primeras visitas a estas comunidades, este grupo, interesado en el área social, fue confundido por punteros políticos. Es que creían que se acercaba a la gente por cierto interés. Así nos explicaba Lourdes: “Al principio, cuando comenzamos a trabajar, la gente de ese lugar pensaba que estábamos haciendo política o éramos punteros políticos. A través de los años se han dado cuenta de nuestros objetivos. A nosotros los único que nos mueve es el ‘amor al prójimo’”, dijo contundentemente Lourdes.

Lo importante
Finalmente sostuvo que “la articulación institucional es sumamente importante. Es interesante que el Foro ‘De Habitantes a Ciudadanos’ podamos ponerlo en práctica y volcarlo en acciones”. Y concluyó con estas palabras fuertes: “Es importante conocer el tema de la pobreza. Es que se habla mucho pero nos estamos quedando en diagnósticos, en teorías, pero no hay proyectos concretos. Nosotros, como ciudadanos, desde abajo hacia arriba tenemos que proponer y encontrar una salida juntos. Es hora de despertar a ese ciudadano que hoy pareciera estar dormido”.
Esta es una síntesis de la destacable labor que se está llevando a cabo en la jurisdicción parroquial de “Nuestra Señora de Pompeya” (Avenida Gobernador Ruiz 2265) de esta ciudad.
Los laicos, que nos decimos comprometidos, deberíamos imitar esta ‘empresa’. ¡Felicitaciones!

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