jueves, 7 de octubre de 2010

Enseñanzas del Nuncio Apostólico en Corrientes


Cómo vivir con convicción nuestra fe

El Nuncio Apostólico de su Santidad en la Argentina, monseñor Adriano Bernardini, en su encuentro con los agentes de la Pastoral de la Arquidiócesis, dio algunas enseñanzas para que el mensaje de Cristo llegue con convicción. Mencionó también las cosas que le tiene preocupado al Santo Padre. Dijo que el Evangelio no llega a la gente “porque no es anunciado con entusiasmo y alegría”.

Corrientes (Argentina), jueves 7 de octubre de 2010. – Muchas fueron las enseñanzas que nos dejó. Todos salieron renovados con la iluminación que brindó. Luego de tomar nota de sus consejos pastorales nos quedó la sensación de continuar trabajando con más ahínco.
Nos estamos refiriendo a las palabras del Nuncio Apostólico de su Santidad en la Argentina, monseñor Adriano Bernardini, en su encuentro con los agentes de la Pastoral de la Arquidiócesis.
La cita fue el sábado 2 de octubre, en horas de la mañana, en el salón de la Iglesia “Nuestra Señora de La Merced”, con la presencia de numerosos agentes pastorales, no sólo de la Capital correntina, sino también del Interior.
El Nuncio Apostólico comenzó su alocución haciendo mención a la preocupación que hoy tiene el Santo Padre, Benedicto XVI, con el Pueblo de Dios. “Una de las preocupaciones de su Santidad es la superficialidad que muchos viven su fe. Debemos profundizar la fe ante un secularismo que siempre avanza más, y esto se puede observar sobre todo en las grandes ciudades y en los grandes países. Debemos asentar bases a esta fe y cuando digo ‘bases’ quiero decir conceptos, ideas y convicciones. No es suficiente un sentimentalismo religioso”.

Dos documentos para analizar
Con su acento italiano mezclado con el español, monseñor Bernardini, utilizó dos documentos de Iglesia (‘Christifideles Laici’ y ‘Lumen Gentium’) para dejarnos sus enseñanzas.
Luego hizo referencia a los documentos mencionados “para poder vivir con convicción nuestra fe”. Y habló acerca del gran misterio de la Iglesia y sus principales principios. En primer lugar se refirió sobre el Principio de la colaboración. “Todos debemos edificar la Iglesia y esto se logra desde las bases”, afirmó.
También mencionó el Principio de la libertad de la discusión “donde debe reinar el espíritu de la participación. Nosotros sabemos que hay mucho por aprender, pero es necesario tener el coraje de manifestar las propias ideas de cada uno”.
Otro de los principios que hizo mención monseñor fue el Principio de la pobreza “pero entiéndase pobreza como renuncia”, subrayó. Por su parte también habló del Principio de la unidad (Comunión). “No hay Iglesia sin comunión. La comunión siempre lleva a la eliminación de las divisiones arbitrarias. Por eso es importante que en toda comunidad exista una espiritualidad de comunión”, abogó.

Hacia una renovada evangelización
El Principio del redescubrimiento también se refirió el Nuncio. Y puso como ejemplo el Centenario de la Arquidiócesis de Corrientes, fiesta que permite a los correntinos cobrar impulso hacia una renovada evangelización. “No hay que quedarse parados en el pasado. Siempre es importante comenzar de nuevo ‘desde Cristo’. Estoy convencido que nosotros llegaremos al hermano cuando le mostremos el verdadero rostro de Cristo”, aconsejó.
Luego el ‘mensajero’ del Santo Padre se preguntó: “¿Qué tenemos que hacer para que el Evangelio llegue al mundo?” e inmediatamente respondió: “Hace falta que la Iglesia se convierta al mundo. Que sea ‘levadura’ dentro de la ‘masa’. La Iglesia se debe encarnar en el mundo”.
En otro momento de su alocución, el Nuncio Apostólico advirtió a los laicos que “es poco la participación en la misa dominical y la oración para el sacerdocio común. Hay que convencerse que al mundo lo salvamos desde adentro. Hay que entrar en el ánimo de nuestros hermanos. Hay que hacerse pobres con ellos. Por eso insisto en que para convertir al mundo primero hay que convertirse al mundo conforme siempre al Evangelio. Hay que lograr anular las distancias”, expresó.

La tarea del laico
Monseñor Bernardini también resaltó la tarea del laico y su trabajo pastoral ‘en el sacerdocio común’. Dijo que todos debemos ser “sal y luz de la tierra”. Más tarde mencionó la preocupación que tiene por el avance del secularismo. “Hoy se lucha contra la indiferencia religiosa”, dijo.
Los medios de comunicación social también hacen su ‘aporte’ para que la ‘Buena Noticia’ pase totalmente desapercibida. En ese marco monseñor expresó: “Hoy los medios de comunicación social son peores que el enfrentamiento personal que tenía la Iglesia tiempos atrás”.
Otro de los temas que mencionó el Nuncio y que es de honda preocupación para Benedicto XVI es el relativismo. “Hoy pareciera ser que todo está bien. Nadie dice nada. Pareciera ser que el mensaje evangélico no existe”. “Ante estos fenómenos –continuó- el ‘sacerdocio común’ no puede quedar sin hacer nada”, desafió.

El problema de las vocaciones
Las vocaciones sacerdotales y sus crisis también fue tema que abordó el Nuncio. Dijo que “el problema de las vocaciones sacerdotales han disminuido notoriamente y han crecido las necesidades espirituales. El problema de las vocaciones no es un problema sólo del Obispo, sino de todo bautizado. Este pueblo (refiriéndose al correntino) tiene base para que surjan vocaciones”, agregó.
El Nuncio también tuvo palabras de vida para el presbítero o sacerdote. Dijo que “el sacerdote está para las cosas de Dios y no para la atención de comedores parroquiales”. En otras palabras, llamó a todos los presbíteros a cumplir su verdadera vocación que es de salvar almas y dejar de lado tareas que le son propias a los laicos.
Y a propósito de los laicos, el Nuncio recordó a éstos su doble deber o tarea permanente: rezar por las vocaciones sacerdotales y religiosas, y rezar por los sacerdotes, por su perseverancia en su ministerio.
Asimismo el ‘mensajero’ del Papa dio una de las razones de por qué hay ‘escasez’ de vocaciones. “No surgen vocaciones porque no llega el mensaje, y no llega porque no es anunciado con entusiasmo y alegría. En cambio cuando uno transmite el Evangelio con alegría y entusiasmo seguro surgen vocaciones en cualquier lugar”, enfatizó. “Dios siempre llama y yo sé que hay jóvenes generosos”, agregó.

Más oración, menos críticas
“Los sacerdotes –continuó- necesitan siempre de nuestra oración y no de nuestras críticas. Tampoco debemos olvidarnos de rezar por las intenciones del Santo Padre y por él mismo”, dijo a los agentes pastorales.
La oración también mencionó como ‘arma’ poderosa para todo cristiano. “Es importante conservar, en la unidad, a todos los bautizados. Y para ello existe un medio: ‘la oración’. Cada uno de ustedes puede ofrecer siempre ayuda a través de la oración”, señaló.
Estas son algunas respuestas del Nuncio acerca de las preguntas que hicieran los agentes pastorales. “Antes que nada debemos permanecer firmes en nuestros principios. Debemos tener el coraje de hablar ante los avatares del mundo (y puso como ejemplo el ‘matrimonio igualitario y la manipulación genética, entre otros). Es fundamental el testimonio de cada uno de nosotros en el mundo. Debemos encarnarnos con el mundo. El testimonio de vida suele ser más eficaz que las palabras. Es importante que la gente vea que tenemos algo de particular, de especial, que es Jesús. A veces da la sensación que tenemos miedo de hablar ante el mundo. Sin embargo ‘testimonio’ y ‘palabra’ son los objetivos del misionero, empezando por la familia”.
Finalmente el Nuncio Apostólico se mostró un poco triste al ver como muchos misioneros, repartidos por todo el mundo, se ‘mezclan’ con el mundo pero no anuncian el mensaje. “Sin embargo la esencia del misionero no es sólo dar testimonio, sino también dar a conocer el mensaje de Cristo”, recordó.
Estas fueron algunas enseñanzas del Nuncio Apostólico de su Santidad en la Argentina. Hay mucho por analizar y reflexionar. Sin dudas su paso por nuestra Arquidiócesis dejará huellas imborrables, sobre todo para los agentes pastorales.

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